viernes, 30 de abril de 2010

El Lagarto Cornudo



LAGARTO CORNUDO

El lagarto cornudo es una especie diurna (muestra mayor actividad durante horas de luz), terrícola y solitaria. Desarrolló una gran variedad de tácticas para evadir a sus depredadores. La primera línea de defensa es quedarse completamente inmóvil y fuera de la vista, lo que consigue asemejando el color de su cuerpo al color del sustrato (mimetismo). Las mencionadas protuberancias también juegan un papel importante en varios aspectos: disminuyen la sombra proyectada por el animal, de tal manera que hacen el color mimético aún más efectivo, y en caso de que el animal quede descubierto, esta armadura formidable llena de cuernos y espinas, representa una amenaza significativa para muchos depredadores, en especial cuando el llorasangre, en su propia defensa, hincha todo el cuerpo convirtiéndolo en una bola espinosa. En último extremo puede arrojar chorros de sangre por las comisuras de los ojos hasta un metro de distancia.
Como alcanza apenas unos 12 cm. de largo, no puede competir con otros reptiles respecto a tamaño.
En general, los lagartos cornudos confían más en las tácticas defensivas mencionadas que en una huida rápida, lo que en cierta manera sería lo esperado en el caso de una lagartija. ¿Porque? La vida y apariencia de los llorasangre fue formada por su dieta particular: las hormigas. Estos insectos pequeños y extremadamente duros, provocaron una cadena de cambios evolutivos que resultó en algo tan especial como las especies del género Phrynosoma. Cada hormiga sola no es una gran fuente de energía, por lo cual hay que consumir muchas, y para poder consumir muchas, hay que tener un gran estómago. Y de ahí viene la dificultad, no es fácil echar a correr con un estómago grande y además lleno. En este aspecto, este animal se asemeja a una tortuga, que en lugar de ser rápida y veloz, confía en su armadura y comportamiento críptico.

Pero no necesariamente comen solo hormigas, aunque éstas son una parte indispensable de su dieta. Algunas investigaciones revelaron que también consumen otro tipo de insectos pequeños, como escarabajos y grillos, entre otros. Además, este tipo de alimento ocasiona otro problema. Como las hormigas no contienen mucha agua, los llorasangre se ven obligados a buscarla en otro lugar, pero como no suelen vivir cerca de cuerpos de agua, desarrollaron una técnica de recolección de gotas condensadas, lamiendo rocas y partículas de arena.

No se sabe mucho sobre su reproducción en vida silvestre, aparte del hecho que se trata de una especie ovovivípara (las crías nacen vivas), lo que, sin duda es una adaptación evolutiva a las duras condiciones de su hábitat, donde las temperaturas nocturnas y en temporadas invernales, pueden bajar considerablemente y por lo tanto, dificultan la incubación extracorporal de los huevos.

El llorasangre es un animal increíblemente bello y especial. Lo lamentable es que tenemos más oportunidad de verlo a la venta en puestos del mercado negro, que en su medio ambiente natural. Poblaciones de todas las especies de Phrynosoma sufren constantemente por las conocidas causas de destrucción de su hábitat y tráfico ilegal.

Este último aspecto es aún más trágico en el caso del llorasangre, porque es una especie casi imposible de mantener viva en cautiverio debido a su dieta tan particular; por lo tanto, todos los animales que se ofrecen a la venta, sin excepción, están destinados a una muerte inevitable y pronta.







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